domingo, 25 de diciembre de 2016

Héroes de la verdad


Llegan las fiestas navideñas, una apología al consumismo, una majestuosa oda al capitalismo anunciada desde mediados de octubre con ofertas, luces de color y atontamiento general de la población, que ni recuerda a qué se debe la Navidad (¿qué es eso de un señor en una cruz que murió por salvarnos a todos y defendiendo la verdad, la justicia y el amor?), ni la moral subyacente que la acompaña, todo se reduce a consumir y "felizmente" compartir copiosas comidas con familia, voluntaria u obligadamente.

Y mientras la mayoría de la población se acopla a esta ola general, en este caso la Navidad, tenemos a los que he bautizado como "héroes de la verdad", aquellas personas que dilucidan todos los mensajes que el resto, arrastrados por la vorágine de la normalidad, ignoran en su día a día. Problemas que amenazan a la humanidad son resueltos gracias a todos estos héroes silenciosos que luchan, día tras día, por hacer un mundo mejor, alcanzar la verdad y sembrar para que otros héroes del futuro continúen el amargo y flagelante camino de la verdad que siempre está rodeado de incomprensión, además de espinas.

Nadie entiende la soledad a la que están sometidos todos estos héroes de la verdad, incomprendidos, ignorados, repudiados por la normalidad. Siempre silenciosos, pues, los Q3 no llenan las portadas de prensa, pero es dónde se encuentra la verdadera ciencia, muchas veces alcanzando la categoría de milagro ante un presupuesto que brilla por su ausencia, pero en dónde éste se ausenta, el intelecto se encumbra en el trono de la verdad. ¡Ay de los Q1 falsos que han dado la vuelta al mundo! Pero los Q3 pasan silenciosamente, no son para el vulgo, son para los héroes de la verdad del futuro, ellos sabrán identificar las piezas del puzzle que les hagan falta para seguir construyendo.

El camino de la verdad no es sencillo, pero en el país de los ciegos el tuerto es el rey, y, aun espinoso, siempre es mejor ver el camino que formar parte de la corriente sin control llamada normalidad. Todos estos héroes me dan fuerzas para proseguir mi propio camino, el cual, a veces, considero un sinsentido en el que la verdad no tiene cabida, pero debo llegar al final (dónde los agradecimientos no son verdaderos, ni esa brizna de libertad se me permite).

Como uno de estos héroes dijo una vez "The financial trusts and the states are the real thieves of the world".

¡Gracias Héroes de la verdad!








sábado, 10 de diciembre de 2016

Las tiendas de "upper diagonal"

Si el otro día os hablaba del "Vulgar Inglés", hoy pienso dedicar unas líneas a la atención que se recibe en las tiendas de la mal llamada zona "Upper Diagonal" (esa marca que se han inventado intentando imitar a Nueva York...), diversas personas opinan que más bien debiera llamarse "Burglar Diagonal", pero, tanto le pongas un nombre como otro, la localización es la misma.

Si hay algo que detesto más que la mala educación es que me mientan exageradamente, entiendo que en el proceso de venta ciertas "mentirijillas" pueden utilizarse, sin embargo, que mientan con excesivo atrezzo me produce arcadas. Es el caso de cierta tienda de porcelana polaca que tanto se ha puesto de moda, te explican una historia que parece que eran sus madres que de toda la vida hacían la porcelana pelándose de frío... Cuando en realidad las que se pelaban de frío haciendo las porcelanas eran las polacas de la fábrica (o centro de artesanos) de dónde se importan los artículos que venden.

Una vez más me ofrezco a acompañar a un amigo en búsqueda de un regalo para su madre en Navidad (este año ha sido con menos espectáculo que el anterior), ya es como una tradición. Entramos en la tienda, y la mujer nos empieza a atender tan edulcoradamente que a los cinco minutos estaba empachada... Yo también aproveché para adquirir regalos, entre ellos un artículo para un religioso y aquí empezó lo que llamo "la gran mentira", comenzó a dar lujo de detalles del juego de té que usaba el Papa (en aquel momento no especificó si Pío XII, Juan Pablo II, Benedicto XVI o Francisco, pero la marca #Papa vende en "Burglar Diagonal" dónde abundan las niñas de misa de 12, no importa cuál, el #Papa vende). Mi amigo y yo imaginamos al papa Benedicto XVI (X, V, palito, lo siento, he recordado ese vídeo) tomando el té con su vajilla completa del modelo que nos estaba enseñando la dependienta.




Como me picó la curiosidad entré en la web de la fábrica que les sirve la porcelana para investigar, será que como vivimos en el país de la picaresca no nos fiamos de nada, pues bien, la historia de verdad es que el Papa Juan Pablo II fue de viaje a Polonia y la gente de la fábrica lo fue a ver, sin embargo, no es que el Papa comprara la porcelana en aquel lugar, sino que la compañía aérea polaca que transportaría al Papa de regreso encargó expresamente a la fábrica de porcelana un modelo para poderle servir al Papa la comida durante el vuelo y luego regalársela. Desconocemos si Juan Pablo II conservó la vajilla para usarla en su día a día o la dejó olvidada en el avión. Más bien fue la porcelana de la línea aérea pero bueno, en la web original lo explicaban correctamente. No como en la tienda donde se adulteró tanto la verdad que se elevó al nivel de la gran mentira.

La porcelana es bonita, no hace falta ni empalagarla con el trato, ni adornarla con mentiras.