sábado, 20 de febrero de 2016

La tara del personal de RRHH no tiene límites



Llegamos a la casa rural en la que nos han invitado a una despedida de soltera y en la que hemos participado muy activamente, tanto preparando un obsequio para la futura novia como en un montaje en el baño para que se relajara como es debido. No han tardado en llegar dos personas con estilo choni, una de ellas con una moneda bien grande colgando del pecho a modo de collar (esto es simplemente una descripción, no prejuzguemos). Se han quedado maravilladas ante todas las cosas que habíamos preparado y ante toda la tecnología que habíamos traído al lugar, tanto analógica como digital... La verdad, para nosotras había sido realmente sencillo diseñar todo aquello, lo hemos considerado un juego y aunque hemos tenido que invertir horas de trabajo, somos muy creativas. Me temo que esas dos la palabra creatividad no la conciben, todo el rato insistiendo en que nos iban a contratar para sus cumpleaños. Ya hemos pensado para nuestros adentros que muchas luces no tenían.

Durante la cena, hemos sido amenizadas con maravillosas conversaciones sobre la maternidad y sobre que es mejor no tener hijos, que dan muchos problemas. De las dos chonis, hermanas ambas, una tiene una hija de 14 años (la tuvo a los 21), nos ha dicho que si por ella fuera devolvía a su hija, que por su culpa ha tenido que dejar su vida, que ya no puede viajar y que ya no puede hacer nada. La otra choni, hermana de ésta, refiere que sin su hija no sería nada (no tiene estudios, lo único que tiene es descendencia). Tras este marco introductorio y en mitad de una conversación en la que participaba una compañera que recientemente ha tenido un hijo y que decía que las leyes la protegían, la invitada choni no ha perdido ocasión de demostrar su gran humanidad confesando "no te creas que eso es así, yo trabajo en RRHH".

Durante el transcurso de la velada, la sra. de RRHH no ha parado de hacer aportaciones que no hacían más que demostrar la tara, la ignorancia, la vagancia, la falta de educación y sentido común. En mitad de cena, en vez de dar consejos, ya que en RRHH son tan humanos (jajajajaja) ha decidido saltar a hacer una entrevista y atacar a una compañera. Para empezar, esta gran señora de RRHH ha demostrado ser sexista (afirmando que descarta  mujeres en período de edad fértil, algo que viniendo de una mujer me parece deleznable), ha demostrado ser racista (entre una persona de la UE que hable nivel avanzado de chino y un chino nativo, siempre escogería un chino independientemente de otros factores a valorar, tales como el conocimiento de la cultura europea o china y sus negociaciones), ha demostrado que no sabe que historia es una carrera (gran aplauso), cuando la compañera a la que atacaba le ha explicado que había hecho un máster en estudios avanzados de asia ha preguntado "¿eso qué es?" y ha confundido China con Japón (no creo que sea necesario hacer comentarios sobre esto). No solo se ha metido con esta compañera, sino con otra que ha cursado filología inglesa, le ha soltado de entrada, "ah, ¿y trabajas con eso?", la retahíla de preguntas ofensivas que ha soltado después no la voy a relatar, pero en todo caso, esta compañera nuestra tiene trabajo y aún más que le va a venir.

Me parece increíble que una persona que dice querer devolver a su hija (a la que posiblemente tuvo por no saber utilizar correctamente un preservativo) y a la que cuando se le pregunta si ha leído algún libro de puericultura, simplemente por intentar aportar algo en esa infernal conversación maternal, suelte "que yo soy buena madre, eh?". Ni es buena madre, ni es humana, ni es una buena profesional de RRHH (el Santo Grial).

Miedo me da que esta señora participe en cualquier tipo de decisión sobre la contratación de un ser humano. Y se confirma otra vez más que la tara mental de RRHH no tiene límite, se expande al igual que el universo hasta el infinito.

Addendum

La sra. de RRHH demostró ser tan despierta que cuando escuchó música relajante (que habíamos puesto en un mp3 y unos altavoces portátiles) en el baño, nos preguntó de dónde habíamos sacado la música, cuando le explicamos que del youtube nos contestó " ah... ¿pero el youtube también tiene de eso? ¿cómo lo habéis encontrado?". Después, transcurrida la noche, nos enteramos que la sra. de RRHH trabaja en la empresa de su marido, cómo veis, la succión en Spañistán se valora no sólo en los burdeles.

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