El ascensor social no funciona, no es ni la primera ni la última vez que alguien lo dice. Reitero, aquí uno se hace rico antes con la economía sumergida (y sin necesidad de montar un cartel o burdel) que con un doctorado. Pero que me avanzo, comencemos por el tema favorito de las alimañas llamadas RRHH: el talento.
Y ahora me atreveré a lanzar una pregunta: ¿Qué ocurre con los retoños de familias bien situadas que son más cortos que las mangas de un chaleco? Nunca en mi vida he escuchado del hijo de una familia que viviera por la zona alta de la ciudad se haga mozo de almacén, peón de cadena de montaje o de alguna profesión que no precise de talento intelectual... (sí hay historias de perroflautas que de un día a otro pierden las rastas y las capas de suciedad acumuladas y abandonan el piso okupa para aparecer limpios, relucientes con un traje y un puesto de manager en una multinacional). Por favor, si alguien sabe de algún caso así, queremos saberlo.
Y miren, no hay que ser muy despierto para saber que quien reina es nuestra querida campana de Gauss (porque dentro de la anormalidad de la humanidad hay algo normal: la distribución) y que si en los los suburbios hay gente que supera todas las barreras académicas pese a tener una escuela pública deficitaria o de mínimos (no se me ofendan los profesores, no va con ellos el tema, sino con el gobierno que da unos presupuestos paupérrimos que no consiguen ni de milagro paliar la gran diferencia social y crear una atmosfera que realmente sea de igualdad de oportunidades, vamos, que los chiquillos tienen que dar las gracias de tener "la oportunidad" y de que no vivamos como en el feudalismo más exacerbado en dónde la educación era negada y reservada a unos pocos). Lo que decía si tenemos casos en los que con los mínimos recursos se ha llegado en el punto más alto del panorama académico (que no el laboral) en el otro lado de la campana deben existir a la fuerza casos de palurdos que en un ambiente educativo de máximos terminan con lo justito (pero bien colocados).
Y es por eso señores que el ascensor social no puede funcionar, si no quedan puestos libres arriba, ¿cómo va a subir alguien? Para que se suba alguien, tienen que bajar. Y sino miren el metro de Madrid o de Barcelona en hora punta, porque eso es lo que ocurre con el talento, los que no lo tienen deberían bajarse del tren y los que lo tienen subirse: es así cómo la sociedad mejora. Y si este infesto cóctel es aderezado con RRHH, tenemos la pócima perfecta para que todo siga yendo de mal en peor. Mirad la multinacional más próxima, disfrazan la externalización de servicios con la excusa de "minimizar costes y aumentar la rentabilidad", bien, pues he visto ya varios ejemplos en los que una consultora era contratada porque los internos no sabían hacer el trabajo para el que habían sido contratados. ¿A eso se le llama "minimizar costes"? ¿"Aumentar la rentabilidad"?.
Y ante este panorama uno piensa: ¡a la mierda todo! Yo me dedico a hacer peinados para invitadas de boda (50€ en negro directos a tu bolsillo porque en fines de semana y dependiendo del horario no hay peluquerías abiertas), o a hacer manualidades para vender en bodas, despedidas de soltera, bautizos... Dense una vuelta por cualquier web de bodas, bautizos, comuniones, eventos... Ahí está la economía sumergida, cualquiera con un poco de gusto, maña y sesera puede sacarse más dinero con dos o tres encarguitos que investigando proteínas para curar el cáncer o enfermedades olvidadas. Porque en Spañistán lo que cuenta es robar: talento, impuestos, dinero público... (Porque promocionar al mediocre es sinónimo de robar talento, no os equivoquéis, un talento que nunca llega a desarrollarse, se roba para enterrarlo cual tesoro carteliano como el de Pablo Escobar que nunca será descubierto).
Pero tranquilos, que aquel chaval que apenas sabía sumar y restar es vuestro jefe, porque sus padres son quienes son y poderoso caballero es Don Dinero: la libertad de un país capitalista. ¡Viva Quevedo!
Extracto de la web Antología de Poesía Española
Don Dinero
Poderoso caballero es don Dinero. Madre, yo al oro me humillo, él es mi amante y mi amado, pues de puro enamorado 5 de continuo anda amarillo; que pues, doblón o sencillo, hace todo cuanto quiero, poderoso caballero es don Dinero. 10 Nace en las Indias honrado donde el mundo le acompaña; viene a morir en España y es en Génova enterrado; y pues quien le trae al lado 15 es hermoso aunque sea fiero, poderoso caballero es don Dinero. Es galán y es como un oro; tiene quebrado el color, 20 persona de gran valor, tan cristiano como moro; pues que da y quita el decoro y quebranta cualquier fuero, poderoso caballero 25 es don Dinero. Son sus padres principales, y es de noble descendiente, porque en las venas de oriente todas las sangres son reales; 30 y pues es quien hace iguales al duque y al ganadero, poderoso caballero es don Dinero. Mas ¿a quién no maravilla 35 ver en su gloria sin tasa que es lo menos de su casa doña Blanca de Castilla? Pero pues da al bajo silla, y al cobarde hace guerrero, 40 poderoso caballero es don Dinero. Sus escudos de armas nobles son siempre tan principales, que sin sus escudos reales 45 no hay escudos de armas dobles; y pues a los mismos robles da codicia su minero, poderoso caballero es don Dinero. 50 Por importar en los tratos y dar tan buenos consejos, en las casas de los viejos gatos le guardan de gatos; y pues él rompe recatos 55 y ablanda al jüez más severo, poderoso caballero es don Dinero. Y es tanta su majestad, aunque son sus duelos hartos, 60 que con haberle hecho cuartos, no pierde su autoridad; pero, pues da calidad al noble y al pordiosero, poderoso caballero 65 es don Dinero. Nunca vi damas ingratas a su gusto y afición, que a las caras de un doblón hacen sus caras baratas; 70 y pues hace las bravatas desde una bolsa de cuero, poderoso caballero es don Dinero. Más valen en cualquier tierra 75 mirad si es harto sagaz, sus escudos en la paz, que rodelas en la guerra; y pues al pobre le entierra y hace propio al forastero, 80 poderoso caballero es don Dinero.
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