Con diferencia, has demostrado ser el peor jefe que haya tenido hasta la fecha. ¿Por qué? Los buenos jefes no explotan, sí, no abras los ojos de par en par, tú explotas: tienes al mínimo personal y pretendes que hagan lo que te ahorras de contratar a otra gente para seguir manteniendo tu nivel de vida de remilgado.
No, no puedes tener a licenciados y doctores subiendo cajas como mozos de almacén al piso de arriba, porque no es su función y eso está escrito en el convenio, algo que parece que ni siquiera te has leído. Y, los días personales, me importa tres pepinos que no te guste darlos, los tienes que dar, porque está en el convenio. Ni ofreces trabajo digno, ni ofreces buenas condiciones, nunca en la vida había tenido que trabajar 12 días seguidos teniendo en cuenta una guardia de 13h horas el sábado y 13h el domingo.
El que seamos tan poca plantilla hace que la gente se vaya a otras farmacias y no pueda estar bien atendida. Aún me acuerdo, el día que mi compañera estaba de vacaciones y tú la suplías, cuando atendí a una mujer con un problema y le estaba recomendando unos productos complementarios (con fundamento) y apareciste moviendo los brazos como un histérico diciéndome que cortara la dispensación y eso que sólo había cuatro personas esperando. Lo malo, lo malo es que aquella mujer lo vio y se pensó que cerrábamos, pero cuando le dije que todavía faltaban dos horas para cerrar y me disculpé por tu actitud y no poderla seguir atendiendo, se marchó para nunca jamás volver. Me dijiste que te tenía que entender, que aquello era un negocio... Sin embargo, tu puedes estar más de un cuarto de hora de cháchara que no pasa nada. El trabajo de farmacéutico te agobia, tú has nacido sólo para hacer lo que el "Escanyapobres", contar los billetes que es lo que principalmente vienes a hacer a la farmacia. Ya no sabes ni llevar el seguro, no te conoces a los nuevos pacientes fidelizados, todo te viene muy grande y tu falta de iniciativa te condena a la mediocridad.
Siento decirte que el barrio te odia, me lo vienen a contar los pacientes porque el cariño del barrio se lo gana el farmacéutico que está detrás del mostrador, no el que está arriba contando billetes y regocijándose con los márgenes conseguidos. Cuando te marchas bien temprano por la tarde, estarás orgulloso de haber pasado unas pocas horas haciendo cosas "importantes" en el despacho (ordenar facturas, contar los beneficios) por la mañana por lo que consideras que te tienes que marchar ya, y los clientes te gritan "¡¿Pero ya te vas?!", te lo gritan porque no pueden gritarte por educación "¡Maldito vago explotador que dejas a tus dos trabajadoras con toda la gente que hay para atender!". Cuando estás tú trabajando en la farmacia porque el resto hemos cogido vacaciones, algo que también es un derecho que nos ganamos y que está en el convenio (gracias al poco personal que somos, me tienes que pagar las vacaciones que no he podido disfrutar este 2015 ahora que me largo de tu patética empresa) hay gente que al verte asomándose por la puerta, decide irse a otra farmacia o pasar de largo y esperar que estemos el resto de trabajadoras. ¿Que cómo lo sé? Porque me lo han contado ellos mismos.
Hablemos ahora de tu refugio: la formulación magistral. Es totalmente inaceptable que tardes una semana en hacer depende que formulas que sé que se hacen en menos de media hora. Pareces proteger la formulación magistral para darte prestigio, pero con tu lenta actitud y mostrando que es un engorro hacerlas logras todo lo contrario. Los pacientes han de perseguirte para que les hagas las fórmulas, todos comentan cuánto tardas en hacerlas y no es que tengas diez fórmulas por hacer al día precisamente.
Pero sigamos, que te has pegado un buen "ironman" al peor jefe, esto dista mucho de haberse terminado. La tensión arterial la cobras a 1 euro, a las farmacéuticas se nos cae la cara de vergüenza cobrar eso a gente que se la viene a tomar cada día y que, además, compra siempre en la farmacia. Aún recuerdo el pollo que montaste cuando un cliente te echó en cara que a él nunca se la habíamos cobrado, "ya está el puto rata del farmacéutico" dijiste, pues sí, te autodefiniste muy bien. Cómo tuviste la santa vergüenza de nombrar a la SEFAC (Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria) diciendo que ellos defendían el cobrar los servicios, se te olvidó que ellos también defienden los programas de atención farmacéutica y la capacitación de todo el personal para esos programas, y, que si cobras 1€ por tomar la tensión bien puedes tener la LOPD en condiciones y hacer un seguimiento en ficha de paciente, registrar caso clínico en los programas de atención farmacéutica y hacer algo bueno por la profesión farmacéutica, algo que a ti te importa un comino, porque sabemos que lo único que te gusta es contar billetes: "Escanyapobres".
Tienes muchas manías y obsesiones dignas de psiquiátrico, cosa que debería inhabilitarte como titular cuántico (que casi nunca está en su negocio). A ver que te queden claros unos conceptos, si no estudié para cargar cajas, tampoco estudié para reponer los productos y que la primera línea siempre esté llena, tampoco para vigilar como un agente de seguridad si roban o no roban mientras estoy dispensando. Ya sé que para ti lo más importante es que no roben las cremas de >50€ y que si me equivoco en la dispensación y le doy algo que no es al paciente o no lo atiendo bien no importa, eso es algo secundario en tu farmacia, lo suyo y por lo que me pagas es para que vigile y evite que roben, además de vender cremas y productos sin eficacia cual dependienta del Corte Inglés. Tu otra manía es que siempre hemos de ir impolutas, pero eres incapaz como jefe de ir a comprar los 2 uniformes que sabes que nos tocan por convenio al año, hay gente que sólo tenía 1 (teniendo en cuenta que se trabajan 12 días seguidos cuando hay guardia, sin comentarios...) u otras personas que en los útimos 3 años no han recibido nuevos uniformes. ¡Qué bien llevas tu negocio! Tampoco controlas los días de vacaciones que se cogen los trabajadores, y cuando hay cambios de turno de fin de semana te obcecas en que te los recordemos constantemente, quizás deberías comprarte una agenda y anotar las cosas cuando las decimos, porque a diferencia de ti somos buenos trabajadores y te informamos de todo. Aunque el colmo de los colmos de jefe remilgado es cuando nos haces crear el pedido, añadir los encargos y llamarte por teléfono al despacho para que bajes a revisarlo: no sé si eso te la pone dura pero das pena no, lo siguiente.
Otra cosa que te corona como mal jefe es tu trato preferencial para con los trabajadores, de verdad que a veces el trato es tan distintivo que he llegado a pensar que mi compañera hacía algún tipo de penitencia debajo de tu mesa porque no es normal que la trates entre algodones, que le permitas comer casi todos los días en la farmacia dentro de su horario laboral, que la dejes hablar por teléfono libremente mientras debería estar haciendo cosas, porque siempre las hay, que la dejes contestarle mal a los pacientes pese a recibir dos quejas oficiales (como tú contestas igual de mal, supongo que su actitud te parece normal, te crees que atendiendo a la gente les haces un favor y tu soberbia será tu tumba como profesional)... Pero ella te ofrece sumisión, algo que realmente creo que te la pone dura, si algo tienen en común las trabajadoras que se quedan en tu penoso negocio es que te veneran como si fueran víctimas de algún extraño encantamiento (creo fervientemente porque en el fondo son unas vagas y hacen lo que les da la gana y llegado un momento no les importa que les metas la bronca y se acogen el papel de sumisa, que tanto te gusta, asumiendo la riña, pero lo más imporante, es que, en el fondo, saben que no pueden conseguir un empleo mejor).
Y, para conorarte finalmente como peor jefe y peor farmacéutico, haré alusión a tu espíritu "Escanyapobres" con los pacientes ignorantes y la pila de placebos que acumulas detrás del mostrador y que me he negado a recomendar a excepción de que el paciente viniera con una receta del chamán-homeópata-naturista... Las farmacias como la tuya en las que se prefiere colocar un vinilo en el cristal bien grande "Al primer síntoma: homeopatía" a participar en programas de atención farmacéutica, están cabando la tumba a una profesión que había gozado de prestigio. Sé que para ti la farmacia es exclusivamente un negocio en el que debes rozarte con los billetes para llegar al clímax, pero hay una cosa que se llama "ética profesional" y vender placebos no está dentro de este concepto, más si son placebos de 60 euros, eso tiene otro nombre: estafa.
Espero que hayas aprendido muchas cosas leyendo estos párrafos que te he dedicado. Me largo de tu empresa porque ni soy sumisa, ni soy vigilante, ni mozo de almacén, ni dependienta del corte inglés, ni estafadora, soy farmacéutica vocacional y gracias a mis años de experiencia y estudios puedo escoger dónde trabajar. Tu farmacia puede lucir muy arreglada, pero tiene un enfoque absolutamente comercial y dañino para la profesión, por eso presenté mi dimisión, porque no ofreces ni trabajo digno ni buenas condiciones y porque te portas mal con algunos de tus trabajadores. Y, la gota que colma el vaso, que me hayas prohibido decirle a la gente que me marcho porque me ofrecen mejores condiciones: ¡pues sí! ¡Me ofrecen mejores condiciones y trato humano! Y si no te gusta, ¡tu gozo en un pozo!
Atentamente,
Una trabajadora que pese a estar bien poco en tu empresa la gente no ha dudado en despedirse con abrazos, besos, preguntando a qué farmacia iba para ir ellos también si estaba cerca y que ha sido profesional y ética hasta el último día tal y como manda el juramento hipocrático.
PD: Frase de un paciente de toda la vida "Se marcha lo mejor y se queda lo peor".
No, no puedes tener a licenciados y doctores subiendo cajas como mozos de almacén al piso de arriba, porque no es su función y eso está escrito en el convenio, algo que parece que ni siquiera te has leído. Y, los días personales, me importa tres pepinos que no te guste darlos, los tienes que dar, porque está en el convenio. Ni ofreces trabajo digno, ni ofreces buenas condiciones, nunca en la vida había tenido que trabajar 12 días seguidos teniendo en cuenta una guardia de 13h horas el sábado y 13h el domingo.
El que seamos tan poca plantilla hace que la gente se vaya a otras farmacias y no pueda estar bien atendida. Aún me acuerdo, el día que mi compañera estaba de vacaciones y tú la suplías, cuando atendí a una mujer con un problema y le estaba recomendando unos productos complementarios (con fundamento) y apareciste moviendo los brazos como un histérico diciéndome que cortara la dispensación y eso que sólo había cuatro personas esperando. Lo malo, lo malo es que aquella mujer lo vio y se pensó que cerrábamos, pero cuando le dije que todavía faltaban dos horas para cerrar y me disculpé por tu actitud y no poderla seguir atendiendo, se marchó para nunca jamás volver. Me dijiste que te tenía que entender, que aquello era un negocio... Sin embargo, tu puedes estar más de un cuarto de hora de cháchara que no pasa nada. El trabajo de farmacéutico te agobia, tú has nacido sólo para hacer lo que el "Escanyapobres", contar los billetes que es lo que principalmente vienes a hacer a la farmacia. Ya no sabes ni llevar el seguro, no te conoces a los nuevos pacientes fidelizados, todo te viene muy grande y tu falta de iniciativa te condena a la mediocridad.
Siento decirte que el barrio te odia, me lo vienen a contar los pacientes porque el cariño del barrio se lo gana el farmacéutico que está detrás del mostrador, no el que está arriba contando billetes y regocijándose con los márgenes conseguidos. Cuando te marchas bien temprano por la tarde, estarás orgulloso de haber pasado unas pocas horas haciendo cosas "importantes" en el despacho (ordenar facturas, contar los beneficios) por la mañana por lo que consideras que te tienes que marchar ya, y los clientes te gritan "¡¿Pero ya te vas?!", te lo gritan porque no pueden gritarte por educación "¡Maldito vago explotador que dejas a tus dos trabajadoras con toda la gente que hay para atender!". Cuando estás tú trabajando en la farmacia porque el resto hemos cogido vacaciones, algo que también es un derecho que nos ganamos y que está en el convenio (gracias al poco personal que somos, me tienes que pagar las vacaciones que no he podido disfrutar este 2015 ahora que me largo de tu patética empresa) hay gente que al verte asomándose por la puerta, decide irse a otra farmacia o pasar de largo y esperar que estemos el resto de trabajadoras. ¿Que cómo lo sé? Porque me lo han contado ellos mismos.
Hablemos ahora de tu refugio: la formulación magistral. Es totalmente inaceptable que tardes una semana en hacer depende que formulas que sé que se hacen en menos de media hora. Pareces proteger la formulación magistral para darte prestigio, pero con tu lenta actitud y mostrando que es un engorro hacerlas logras todo lo contrario. Los pacientes han de perseguirte para que les hagas las fórmulas, todos comentan cuánto tardas en hacerlas y no es que tengas diez fórmulas por hacer al día precisamente.
Pero sigamos, que te has pegado un buen "ironman" al peor jefe, esto dista mucho de haberse terminado. La tensión arterial la cobras a 1 euro, a las farmacéuticas se nos cae la cara de vergüenza cobrar eso a gente que se la viene a tomar cada día y que, además, compra siempre en la farmacia. Aún recuerdo el pollo que montaste cuando un cliente te echó en cara que a él nunca se la habíamos cobrado, "ya está el puto rata del farmacéutico" dijiste, pues sí, te autodefiniste muy bien. Cómo tuviste la santa vergüenza de nombrar a la SEFAC (Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria) diciendo que ellos defendían el cobrar los servicios, se te olvidó que ellos también defienden los programas de atención farmacéutica y la capacitación de todo el personal para esos programas, y, que si cobras 1€ por tomar la tensión bien puedes tener la LOPD en condiciones y hacer un seguimiento en ficha de paciente, registrar caso clínico en los programas de atención farmacéutica y hacer algo bueno por la profesión farmacéutica, algo que a ti te importa un comino, porque sabemos que lo único que te gusta es contar billetes: "Escanyapobres".
Tienes muchas manías y obsesiones dignas de psiquiátrico, cosa que debería inhabilitarte como titular cuántico (que casi nunca está en su negocio). A ver que te queden claros unos conceptos, si no estudié para cargar cajas, tampoco estudié para reponer los productos y que la primera línea siempre esté llena, tampoco para vigilar como un agente de seguridad si roban o no roban mientras estoy dispensando. Ya sé que para ti lo más importante es que no roben las cremas de >50€ y que si me equivoco en la dispensación y le doy algo que no es al paciente o no lo atiendo bien no importa, eso es algo secundario en tu farmacia, lo suyo y por lo que me pagas es para que vigile y evite que roben, además de vender cremas y productos sin eficacia cual dependienta del Corte Inglés. Tu otra manía es que siempre hemos de ir impolutas, pero eres incapaz como jefe de ir a comprar los 2 uniformes que sabes que nos tocan por convenio al año, hay gente que sólo tenía 1 (teniendo en cuenta que se trabajan 12 días seguidos cuando hay guardia, sin comentarios...) u otras personas que en los útimos 3 años no han recibido nuevos uniformes. ¡Qué bien llevas tu negocio! Tampoco controlas los días de vacaciones que se cogen los trabajadores, y cuando hay cambios de turno de fin de semana te obcecas en que te los recordemos constantemente, quizás deberías comprarte una agenda y anotar las cosas cuando las decimos, porque a diferencia de ti somos buenos trabajadores y te informamos de todo. Aunque el colmo de los colmos de jefe remilgado es cuando nos haces crear el pedido, añadir los encargos y llamarte por teléfono al despacho para que bajes a revisarlo: no sé si eso te la pone dura pero das pena no, lo siguiente.
Otra cosa que te corona como mal jefe es tu trato preferencial para con los trabajadores, de verdad que a veces el trato es tan distintivo que he llegado a pensar que mi compañera hacía algún tipo de penitencia debajo de tu mesa porque no es normal que la trates entre algodones, que le permitas comer casi todos los días en la farmacia dentro de su horario laboral, que la dejes hablar por teléfono libremente mientras debería estar haciendo cosas, porque siempre las hay, que la dejes contestarle mal a los pacientes pese a recibir dos quejas oficiales (como tú contestas igual de mal, supongo que su actitud te parece normal, te crees que atendiendo a la gente les haces un favor y tu soberbia será tu tumba como profesional)... Pero ella te ofrece sumisión, algo que realmente creo que te la pone dura, si algo tienen en común las trabajadoras que se quedan en tu penoso negocio es que te veneran como si fueran víctimas de algún extraño encantamiento (creo fervientemente porque en el fondo son unas vagas y hacen lo que les da la gana y llegado un momento no les importa que les metas la bronca y se acogen el papel de sumisa, que tanto te gusta, asumiendo la riña, pero lo más imporante, es que, en el fondo, saben que no pueden conseguir un empleo mejor).
Y, para conorarte finalmente como peor jefe y peor farmacéutico, haré alusión a tu espíritu "Escanyapobres" con los pacientes ignorantes y la pila de placebos que acumulas detrás del mostrador y que me he negado a recomendar a excepción de que el paciente viniera con una receta del chamán-homeópata-naturista... Las farmacias como la tuya en las que se prefiere colocar un vinilo en el cristal bien grande "Al primer síntoma: homeopatía" a participar en programas de atención farmacéutica, están cabando la tumba a una profesión que había gozado de prestigio. Sé que para ti la farmacia es exclusivamente un negocio en el que debes rozarte con los billetes para llegar al clímax, pero hay una cosa que se llama "ética profesional" y vender placebos no está dentro de este concepto, más si son placebos de 60 euros, eso tiene otro nombre: estafa.
Espero que hayas aprendido muchas cosas leyendo estos párrafos que te he dedicado. Me largo de tu empresa porque ni soy sumisa, ni soy vigilante, ni mozo de almacén, ni dependienta del corte inglés, ni estafadora, soy farmacéutica vocacional y gracias a mis años de experiencia y estudios puedo escoger dónde trabajar. Tu farmacia puede lucir muy arreglada, pero tiene un enfoque absolutamente comercial y dañino para la profesión, por eso presenté mi dimisión, porque no ofreces ni trabajo digno ni buenas condiciones y porque te portas mal con algunos de tus trabajadores. Y, la gota que colma el vaso, que me hayas prohibido decirle a la gente que me marcho porque me ofrecen mejores condiciones: ¡pues sí! ¡Me ofrecen mejores condiciones y trato humano! Y si no te gusta, ¡tu gozo en un pozo!
Atentamente,
Una trabajadora que pese a estar bien poco en tu empresa la gente no ha dudado en despedirse con abrazos, besos, preguntando a qué farmacia iba para ir ellos también si estaba cerca y que ha sido profesional y ética hasta el último día tal y como manda el juramento hipocrático.
PD: Frase de un paciente de toda la vida "Se marcha lo mejor y se queda lo peor".
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